dijous, 17 de juny del 2010

ÁLBUM FOTOGRÁFICO

Tumba del poeta en Colliure.
Antonio Machado.

Antonio Machado y su esposa Leonor.














CD de Serrat dedicado al poeta .









Pintura de Antonio Machado


























CAMPOS DE CASTILLA

Campos de Castilla fue publicada en 1912 por primera vez. Los temas principales de esta famosísima obra de Antonio Machado son: la preocupación por España, la injusticia, el atraso español, y las desigualdades sociales. La escribió mientras hacía de profesor en Soria se fijó en el paisaje de Castilla y lo comparó con el estado de España en ese momento.

SOLEDADES

Soledades fue publicado en 1903, más tarde, en 1907 hubo una segunda edición lo ampliando la obra que fue llamada Soledades, Galerías i otros poemas. Los temas que más abundan en esta obra son: el amor, el paso del tiempo, la muerte o la búsqueda de Dios. Esta obra creo que se puede interpretar que cuándo Machado se fue a Soria a dar clases se sentía solo.

POEMAS

CAMPOS DE CASTILLA:
CAMPOS DE SORIA
VII

¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...




A ORILLAS DEL DUERO
Dar algún respiro al pecho jadeante;
o bien, ahincando el paso, el cuerpo hacia adelante
y hacia la mano diestra vencido y apoyado
en un bastón, a guisa de pastoril cayado,
trepaba por los cerros que habitan las rapaces
aves de altura, hollando las hierbas montaraces
de fuerte olor ?romero, tomillo, salvia, espliego?.
Sobre los agrios campos caía un sol de fuego.
Un buitre de anchas alas con majestuoso vuelo
cruzaba solitario el puro azul del cielo.
Yo divisaba, lejos, un monte alto y agudo,
y una redonda loma cual recamado escudo,
y cárdenos alcores sobre la parda tierra
?harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra?,
las serrezuelas calvas por donde tuerce el Duero
para formar la corva ballesta de un arquero
en torno a Soria. ?Soria es una barbacana,
hacia Aragón, que tiene la torre castellana? (…)

A UN OLMO SECO
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


CAMPOS

La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.

Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.


CAMPO DE SORIA, IV

¡Las figuras del campo sobre el cielo!

Dos lentos bueyes aran
en un alcor, cuando el otoño empieza,
y entre las negras testas doblegadas
bajo el pesado yugo,
pende un cesto de juncos y retama,
que es la cuna de un niño;

y tras la yunta marcha
un hombre que se inclina hacia la tierra,
y una mujer que en las abiertas zanjas
arroja la semilla.

Bajo una nube de carmín y llama,
en el oro fluido y verdinoso
del poniente, las sombras se agigantan.



SOLEDADES:




EL VIAJERO
Está en la sala familiar, sombría,
y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro día
vimos partir hacia un país lejano.

Hoy tiene ya las sienes plateadas,
un gris mechón sobre la angosta frente,
y la fría inquietud de sus miradas
revela un alma casi toda ausente.

Deshójanse las copas otoñales
del parque mustio y viejo.
La tarde, tras los húmedos cristales,
se pinta, y en el fondo del espejo.

El rostro del hermano se ilumina
suavemente. ¿Floridos desengaños
dorados por la tarde que declina?
¿Ansias de vida nueva en nuevos años?

¿Lamentará la juventud perdida?
Lejos quedó -la pobre loba- muerta.
¿La blanca juventud nunca vivida
teme, que ha de cantar ante su puerta?

¿Sonríe el sol de oro
de la tierra de un sueño no encontrada;
y ve su nave hender el mar sonoro,
de viento y luz la blanca vela hinchada?

Él ha visto las hojas otoñales,
amarillas, rodar, las olorosas
ramas del eucalipto, los rosales
que enseñan otra vez sus blancas rosas

Y este dolor que añora o desconfía
el temblor de una lágrima reprime,
y un resto de viril hipocresía
en el semblante pálido se imprime.

Serio retrato en la pared clarea
todavía. Nosotros divagamos.
En la tristeza del hogar golpea
el tictac del reloj. Todos callamos.

LA NORIA
La tarde caía
triste y polvorienta.
El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.
Soñaba la mula
¡pobre mula vieja!,
al compás de sombra
que en el agua suena.
La tarde caía
triste y polvorienta.
Yo no sé qué noble,
divino poeta,
unió a la amargura
de la eterna rueda
la dulce armonía
del agua que sueña,
y vendó tus ojos,
¡pobre mula vieja!...
Mas sé que fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia.



INTRODUCCIÓN A LOS SUEÑOS
Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños

que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.

El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.

En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo

el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.

Poetas, con el alma
atenta al hondo cielo,
en la cruel batalla
o en el tranquilo huerto,

la nueva miel labramos
con los dolores viejos,
la veste blanca y pura
pacientemente hacemos,
y bajo el sol bruñimos
el fuerte arnés de hierro.

El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.

Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa... y sonreímos,
y a laborar volvemos.



APUNTES
La plaza y los naranjos encendidos
con sus frutas redondas y risueñas.
Tumulto de pequeños colegiales
que, al salir en desorden de la escuela,
llenan el aire de la plaza en sombra
con la algazara de sus voces nuevas.
¡Alegría infantil en los rincones
de las ciudades muertas!...
¡Y algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!

A LA DESIERTA PLAZA
A la desierta plaza
conduce un laberinto de callejas.
A un lado, el viejo paredón sombrío
de una ruinosa iglesia;
a otro lado, la tapia blanquecina
de un huerto de cipreses y palmeras,
y, frente a mí, la casa,
y en la casa, la reja,
ante el cristal que levemente empaña
su figurilla plácida y risueña.
Me apartaré. No quiero
llamar a tu ventana... Primavera
viene -su veste blanca
flota en el aire de la plaza muerta-;
viene a encender las rosas
rojas de tus rosales... Quiero verla...

VIDA DE ANTONIO MACHADO

Antonio Machado nació en 1875 en Sevilla,era el segundo de cinco hermanos. Al poco tiempo cambió de domicilio, a la edad de ocho años se mudó a vivir a Madrid, allí estudió en la institución Libre de Enseñanza.Durante su época de estudiante de bachillerato, es cuando se aficiona al teatro y cuando empieza a asistir a tertulias allí conoce a Valle-Inclán, pero los problemas económicos de su família hacen que tenga de dejar varias veces sus estudios.
Poco más tarde se mudó a París con su hermano Manuel, allí trabajó cómo traductor, dónde en su estancia en París entró en contacto con el gran escritor Oscar Wilde i el filósofo Henry Bergson, y para pagarse su manutención, trabajó cómo actor, más tarde volvió y alcanzó su deseado título de bachillerato.
En 1902 entabla una relación muy estrecha con Juan Ramón Jimenez, esto lo lleva a escribir “Soledades”. Más tarde en 1907 publica una versión extendida de soledades y la llama “Soledades, Galerías y Otros poemas”.
Después consigue ganar una plaza en el instituto de Soria cómo profesor de francés, allí conoce a Leonor Izquierdo, pero unos años más tarde su querida esposa en 1912 caerá enferma de tuberculosis, estos sucesos les provocaron un gran malestar, y un tiempo más tarde solicitó el traslado a Jaén, donde poco más tarde en 1912 publica “Campos de Castilla”, este libro de poesías es especial por que se separa de los rasgos modernistas que caracteriza las anteriores obras de Antonio Machado “Soledades”.
Cinco años más tarde, conoce a Federico Garcia Lorca y se hacen grandes amigos, aquí es donde Antonio Machado, pasa a pertenecer a la Generación de 98, Más tarde, pasa a ser profesor de instituto, allí escribió unos textos en prosa, donde serán recogidos en unos apócritos “Juan de Mairena” y “Abel Martín”.
Hasta 1937 que publica “La guerra” y entre 1937 i 1939, durante el gobierno de la Republica escribe “La Vanguardia”, hasta que comienza la guerra y se tiene que refugiar en Valencia y pocos meses más tarde cruzó la frotera, hasta que muere en Cotlliure el 22 de febrero de 1938.